¿Quién es Jorge Sanz? (Homenaje 2017)

Para hablar de nuestro hombre me permito parafrasear el título de una de las más brillantes series que la televisión patria ha puesto al servicio de la audiencia, “¿Qué fue de Jorge Sanz?”.

David Trueba, en clara connivencia con el actor dirigió una suerte de docudramas, que mejor cabría calificar de “docucomedias”, en las que Jorge se desnudaba simbólicamente ante los espectadores presentándose como actor de su propia vida… más o menos.

Y todo vino porque tras años de carrera, de ser enormemente popular, tal pareciera que para el llamado gran público, el bueno de Jorge parecía como si hubiera desaparecido. Y no lo había hecho, qué va. Se había subido a las tablas, había tenido problemas de salud, seguía con su agitada vida sentimental, pero estaba vivo, bien vivo y desde luego con ganas y fuerzas para seguir haciendo lo que hacía tiempo había descubierto que era lo que mejor se le daba: actuar.

 

Empezó tan de pequeño –diez añitos cuando hizo “La miel”, nada menos que con Jane Birkin, aquella que nos puso calentitos con su “Je t´aime, moi non plus”- que cuando le vimos en toda una superproducción como “Conan el bárbaro” con Schwarzenegger, ya era su octava aparición en la gran pantalla.

Su carrera cuando dejó de ser niño y pasó a jovencito y luego a joven fue fulgurante. En los ochenta y los noventa estuvo en casi todas las películas interesantes que se rodaron en España. Alcanzó la gloria de los goya con “Si te dicen que caí”, la gloria de la crítica con “Amantes” y fue la pareja perfecta en la pantalla con la Verdú en un puñado de excelentes películas.

Tuvo tanto éxito que hubo gente que no se lo perdonó. Cuando dejó de ser joven y empezó a ser un señor hecho y derecho tal pareció como si ya estuviera amortizado. Curiosamente a quien suscribe es cuando empezó a gustarle más, contradiciendo a más de un conocido que le negaba el pan y la sal.

Hasta me animé a verle en las tablas del Teatro Principal cuando se atrevió, oh herejía, con el papel que Cary Grant hizo para “Arsénico por compasión”. Y no lo hizo mal en verdad. Vamos a no compararlo con el gran Gary, pero tampoco tenía a Frank Capra al frente de los actores…

Siempre pensé que su personaje en “La niña de tus ojos” le salió bordado y que le echó “un par” haciendo “¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?” y también pensé que con el paso del tiempo Jorge se había hecho un actor “de verdad”. Justo cuando el público parecía como si lo hubiera olvidado.

De ahí el rodar la miniserie de televisión y sobre todo el convencer a quienes la hemos visto que es un excelente comediante y que le echa mucho valor. Ya no es un chaval según dice su DNI aunque su espíritu sigue siendo juguetón y los papeles que le llegan sean de padre de familia, como ese espléndido que le cayó en suerte en “Vivir es fácil con los ojos cerrados”.

Si analizo su filmografía llego a la conclusión de que he visto la mayoría de sus películas, incluso rarezas como “Un gesto más”, rodada en inglés y donde compartía reparto nada menos que con Stephen Rea y Alfred Molina en una trama sobre el IRA. Curiosamente en esa película es donde me di cuenta que Jorge estaba preparado para empresas diferentes a las que se le asignaban en nuestra industria.

En Daroca se le va a reconocer su trayectoria. Cerca geográficamente de la patria chica de su entrañable amigo Luis Alegre, Lechago. En la  casa zaragozana de Luis ha pasado Jorge multitud de jornadas, descansando tras beberse nuestra noche, que seguramente conoce mejor que muchos de nosotros, los autóctonos. Él sabe que en esta tierra se le aprecia. Nuestro modesto Festival así como las gentes de Daroca se lo van a demostrar.

                                                                                        FERNANDO GRACIA

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