Homenaje: Labordeta, el trovador de cine

Por Antón CASTRO.

José Antonio LabordetaA José Antonio Labordeta (Zaragoza, 1935-2010) siempre le interesó el cine. Y una de sus películas preferidas fue ‘Solo ante el peligro’ de Fred Zinnemann, cuya música solía tararear. Una parte fundamental de su carrera fue su condición de actor: ya en 1969 su amigo Antonio Artero le dirigió en el documental ‘Monegros’, que era un anticipo, como vio Félix Romeo, del que sería su gran éxito televisivo: ‘Un país en la mochila’, de 29 capítulos, que TVE emitiría entre 1995 y 2000, un proyecto que popularizó aún más su figura por su capacidad innata para comunicar, por su curiosidad y su campechanía.

José Antonio Labordeta, que tenía el don de la naturalidad, participaría en el rodaje de ‘Réquiem por un campesino español’ (1986), la película de Francesc Betriu, inspirada en la novela de Ramón José Sender. Dos años después, el propio Artero lo reclamaría para llevar a la pantalla ‘Biografía interior’, un documental sobre su hermano Miguel Labordeta, inspirado en su obra dramática ‘Oficina de horizonte’: en cierto modo, José Antonio era aquí el ‘alter ego’ del poeta que se asomaba a los subsuelos del Ebro y que se subía, al menos imaginariamente, a lo alto del faro. En aquella pieza de una hora, Labordeta trabajó con su hija Ana, con María José Moreno y con Abel Vitón.

Labordeta fue actor en los escenarios
y objeto de algunos documentales

Apenas dos años después, lo invitan a participar en ‘Del Miño al Bidasoa’, una serie basada en el libro de viajes de Camilo José Cela. Labordeta encarnaba al viajero y pícaro que vendía molinillos. Por entonces conoció a Camilo José Cela. Cinco años después, por sugerencia de Manuel Serrano, un gran productor televisivo de Cariñena, haría la serie de su vida: ‘Un país en la mochila’, que le permitió reinventarse en cierto modo, antes de incorporarse como diputado por Chunta al Palacio de Congresos, donde sería uno de los políticos más activos y quizá el más popular.

Labordeta (Carmelo Esteban Bernad)Labordeta sedujo a los espectadores y les enseñó que España era un territorio tan fascinante, tan poblado de sueños y de empeños y de criaturas laboriosas y entrañables, como desconocido. Entre otros viajes por las tierras de España, realizó dos programas de territorios aragoneses: sobre el Maestrazgo, que le marcó mucho y que le permitió regresar a un lugar que conocía muy bien por sus años en Teruel, y sobre el Moncayo y Veruela, escenarios vinculados a Bécquer.

Labordeta fue actor en los escenarios. Sobrio. Como Brassens o Yupanqui, sus maestros, o su admirado Paco Ibáñez. Un hombre inclinado al himno y al cántico. Fue actor en un espectáculo como ‘Con la voz a cuestas’, con dirección de Paco Aguarod, donde cantaba y recitaba, algo que le gustaba mucho hacer. Y fue objeto de algunos documentales. Joaquín Carbonell y José Miguel Iranzo le dedicaron ‘Labordeta. Con la voz a cuestas’ (2009), una pieza de 63 minutos donde se mezcla la voz del músico con la de muchos amigos y compañeros de viaje. Aragón Televisión, en septiembre de 2010, ofreció un documental espléndido dirigido por Pablo Carreras.

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