Fallece el Director de Cine Jorge Grau (Homenaje 2013)

 

A la edad de 88 años ha fallecido nuestro admirado Director de Cine JORGE GRAU, a quien rendimos Homenaje en el año 2013. Ya en aquel año no pudimos disfrutar de su presencia junto a nosotros en Daroca debido a sus graves problemas de salud. Él se mostró muy apesadumbrado y agradecido al Festival, y la Estatuilla de Homenaje fue recogida en su nombre por su amigo y gran actor, JOSÉ LIFANTE.

Reproducimos a continuación la entrevista que amablemente nos respondió con posterioridad. Siempre le recordaremos a través de su gran obra.

 

Jorge Grau Solà (Barcelona; 27 de octubre de 1930) es un cineasta español que desarrolló la mayor parte de su filmografía entre la década de 1960 y 1970. Guionista, actor y director, Grau ha dado sobradas muestras de versatilidad en su carrera cinematográfica, pasando por géneros como el cine documental, cine comprometido socialmente, cine experimental y el cine fantástico.

Empezó su incursión en el cine como ayudante de dirección en películas como Diez fusiles esperan (1959) de José Luis Sáenz de Heredia y Un hombre en la red (1957) de Riccardo Freda. La casualidad hizo que se viera envuelto en el rodaje de un documental sobre la pesca del atún en Barbate cuando preparaba el guion de la que sería su primera película, Noche de verano (1962).

Películas como La trastienda (1975), crítica con el Opus Dei, El espontáneo (1963) y Una historia de amor (1966) transmiten mensajes morales que en su día desataron polémica. Ceremonia Sangrienta (1972) y No profanar el sueño de los muertos (1974) son sus dos incursiones en el cine fantástico, que le han asegurado un sitio de honor en la cinematografía española. Su voluntad realista está presente en todas sus películas.

¿Qué hay de cierto en que usted llegó al género documental gracias a un problema erótico?

Mi vida está llena de coincidencias, la mayor parte favorables, esta es una de ellas. No se trata exactamente de un «problema erótico», sino, en todo caso, de una situación en la que intervino lo erótico. Yo estaba como ayudante de Ricardo Freda en la película «Un hombre en la red» y el ultimo día de rodaje el director «desapareció», reclamado por un enrrolle erótico, y me quedé solo junto al operador para rodar el último plano, que en realidad no era difícil. Debo aclarar que estábamos en Málaga y que Freda había tomado un avión para Madrid, donde estaba su «enrrolle».

Al terminar el rodaje, apareció un ayudante de producción dispuesto a llevarse a Ricardo Freda a Barbate, ya que se había comprometido a localizar un documental sobre la pesca del Atún, y, al encontrarse con la ausencia del director, me pidió que fuera yo a substituirle puesto que era el único del equipo sin el compromiso de regresar a su casa. Así que me fui a Barbate, asistí a la pesca del atún y regresé a Madrid para informar de mis impresiones, pero Ricardo Freda ya no estaba en España pues había tenido que regresar a Italia, reclamado por su mujer que se había enterado del mencionado «enrrolle».

Sin comerlo ni beberlo, pues requerido por los productores del documental, me encontró escribiendo un guión para ser presentado sin censura y más tarde, rodado. El erotismo, el sexo, los celos ajenos me habían dejado solo y apechugue con la responsabilidad. Afortunadamente, salió bien.

Usted ha pasado por prácticamente todos los géneros (el documental, comedia, musical, terror, erótico, etc…), ¿Qué ha aportado a su evolución y visión como Director de cine? ¿Es partidario de la mezcla de géneros en una misma película? ¿En qué género se ha sentido más a gusto?

Pienso que la aportación mas importante a mi evolución, fue el haber sido mucho antes, cuando trabajaba como empleado en unos grandes almacenes y estudiaba y comenzaba a trabajar en el Teatro y la Radio, un «espectador» habitual en las salas de Cine. No pensaba ni remotamente en la posibilidad de dirigir, pero me apasionaban las historias que veía en la pantalla y creo que esto me ha dado una visión sólida del Cine como hecho real ya que, cuando ruedo, no soy solo el director sino el espectador de la película, ¿Mezclar géneros? En cada momento uno usa el resorte que considera más eficaz, por pura intuición. En cuanto al tipo de película en que me he encontrado más a gusto, sin duda en las de relaciones entre seres humanos.

Aludiendo a su experiencia como periodista, las críticas buenas o malas ¿las lee o las ignora?

Leo las críticas que me llegan, que a veces halagan y otras duelen. Repasando algunas, uno puede comprobar que los críticos aunque traten de ser objetivos no pueden librarse del momento político y social en que viven, de sus propios deseos de encontrar el cine que desean ver, etc.

¿Qué recuerdos le quedan del rodaje de “Tuset Street” junto a Sara Montiel?

Podría escribir un libro sobre este tema “Tusset Street» tenía que ser distinta y mi error fue aceptar a Sara Montiel, que pertenecía a un mundo muy distinto al mío. Un error también de los productores al proponerme el cambio del proyecto original, pero, sobre todo, un error mío al aceptarlo.

¿Quién tiene más control sobre una película, el director, el guionista, el productor o el actor/actriz estrella?

Depende, pero, sobre todo, el productor o el director. En mi caso, el control ha sido mío en un noventa por ciento de las veces. Los actores no controlan, pero sí influyen. A veces sin darse cuenta, para bien o para mal.

¿Pensó durante el rodaje de “No profanar el sueño de los muertos” que iba a quitar el sueño a toda una generación de niños y jóvenes que la disfrutamos en la serie de tv “Mis terrores favoritos” de Chicho Ibáñez Serrador?

No, pero me alegro de que así haya sido.

No Profanar...¿Cómo fue el casting para esta película? ¿Qué recuerdos le quedan del rodaje de esta mítica obra? ¿”The living dead”, “El valle de los muertos”, “Da dove vieni?”, etc… con cuál de ellos se queda?

Me quedo con “No profanar…» aunque el título no fue mío, sino sugerido por el productor italiano, que después lo cambió por «Da dove vieni”. Yo, a mi vez había cambiado el título original, que era «Weekend per i morti», por el de «El valle de los muertos», con el cual se rodó la película. Después, en diversos países, incluido Japón, han ido cambiando el título por motivos «Comerciales», pero yo sigo prefiriendo «No profanar…» porque, aunque se debiera a una intuición comercial, cada vez me parece más profundo.

El «Casting», la preparación, las localizaciones fueron hechos a conciencia, meditando mucho cada decisión. Tuve tiempo y medios para hacerlo así.

¿Qué opina de la nueva ola actual de cine de muertos vivientes: “Rec”, “28 días después”, “Bienvenidos a Zombieland”, etc.? ¿Y de vampiros: “ Crepúsculo”, “Déjame entrar”, “Sicario”, etc?

Me gusta mucho el enfoque de «REC» y poco el de «Déjame entrar», pues no amo los «esteticismos».

¿Es “La trastienda” algo más que la película inaugural del llamado cine de destape? ¿Acaso no se esconde en ella una cierta denuncia social y un canto a la libertad del hombre? ¿Tuvo problemas con la censura de la época?

«La trastienda» no es para nada una película de «destape», aunque coincidiera con los deseos generales de la época en que se estrenó y el aprovechamiento de una de sus escenas para su promoción comercial. Sí es un canto a la libertad del hombre, en cuanto denuncia del manejo de la voluntad individual por parte de ciertos poderes sociales que se presentan como religiosos. La censura de entonces tenía «complejo de censura» y resultó mas blanda de lo previsible, aunque trataron de evitar que se nombrara explícitamente al 0pus Dei.

Los problemas, pues, estuvieron en el guión. Cortaron, por ejemplo, una escena donde dos miembros del «Opus» discutían citando frases del Evangelio que se desmentían entre si.

Sus películas más conocidas son “No profanar el sueño de los muertos”, “Ceremonia sangrienta” y “La trastienda”, pero ¿De toda su extensa filmografía con cuál de todas sus películas se quedaría y por qué?

Comparto el contenido de todas mis películas y a todas las considero como parte de mi mismo, pero quizá, debiendo elegir, me quedaría con “Una historia de amor» porque, pienso, refleja un punto crucial de las relaciones humanas que, generalmente, está desvirtuado. No era mi intención hacer una “tesis» sobre el tema, pero lo sentía en mi propia carne. Lo sigo sintiendo.

¿Qué nos puede decir de…

Mª José Cantudo……Su entrega resultó vital para el resultado de «La trastienda»
José Frade….Tuvo un momento de sinceridad profunda, de autocrítica seria, que dio motivo a «La trastienda», aunque, después, trató de cambiarle el titulo por el de «La cama prohibida», creyéndolo mas comercial. Por fortuna logré disuadirle.
Ceremonia sangrientaSara Montiel….El sueño de la vulgaridad.
Arthur Kennedy….Un gran actor.
Espartaco Santoni….Enorme carisma desaprovechado por la propia ambición, mucho mejor actor de lo que muchos creían.
Lucía Bosé….Belleza y sensibilidad.
Jesús Franco….Un animal cinematográfico sin freno.
 

¿Hacer cine de calidad sólo es cuestión de presupuesto?

En absoluto, es cuestión de Fe, aunque esta palabra esté, hoy, devaluada.

¿Prestigio o popularidad?

Depende de qué tipo de prestigio o popularidad. Hay mucho «marketing» suelto y habría que hilar fino en esta cuestión.

¿Qué valor le da a los cortometrajes?

Un buen banco de pruebas y, a veces, obras maestras.

Déjenos algún pensamiento a los que, como usted, amamos el cine.

El Cine, como la Literatura, la música o la Pintura, es una forma de comunicación profunda que algunas veces se mezcla con el entretenimiento. No hace falta hacer Cine «Serio» para comunicar emociones o provocar reflexión, lucidez, rebeldía incluso. Para mi, «una noche en la opera» o «Sopa de ganso» comunican tanto o más que Ingmar Bergman.

Quizá me equivoque, pero sigo siendo un espectador.

Con un fuerte abrazo,

Firma Jordi Grau

 

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